Una de las claves para las personas activas que suelen realizar habitualmente ejercicio físico o practicar algún deporte es mantener una dieta saludable acorde a sus necesidades nutricionales.

Normalmente, el quid de la cuestión, pasa por consumir una amplia variedad de alimentos con alto contenido de nutrientes de los cinco grupos básicos (frutas, hortalizas, cereales, proteínas magras y lácteos bajos en grasa).

Te ofrecemos a continuación diez consejos rápidos que pueden ayudarte:

• Ya sea fuera o en casa, no te saltes ninguna de las 3 comidas principales y presta especial atención al desayuno (los cereales son fundamentales para obtener la carga energética que necesitas). Si es necesario, puedes completarlas con un pequeño almuerzo a media mañana o una merienda (siempre, sanos).
• En este sentido, elimina el “picoteo” malentendido, esto del “tentempié” suele ser mal compañero de viaje, sobre todo si como es habitual, suele consistir en patatas fritas, dulces con exceso de azúcar y similares. Si lo necesitas, puedes contemplar otras opciones como fruta, yogur o pan con cereales.
• Procura que el ejercicio físico o la práctica deportiva sea al menos dos horas después de las comidas.
• Si te apetece comer algo antes del ejercicio, que no sea una comida copiosa, sino una porción pequeña de algo sano (recuerda que nuestro organismo va a necesitar parte de su energía para hacer la digestión).
• Los hidratos de carbono se presentan como una muy buena alternativa para alimentar los músculos: fruta (sin abusar de la que contenga mucho azúcar), hortalizas y grasas saludables.
• Nuestra musculatura se resiente si consumimos sal, huevos, carne roja o azúcar en exceso.
• Las personas muy activas o deportistas no deben despistar tampoco sus necesidades de proteínas: pescados, legumbres, queso y cereales.
• Vigila tus niveles de hierro, cinc y calcio. A veces, la práctica de ciertos deportes derivan en dietas bajas en estos tres elementos y el hecho mismo del ejercicio en sí dificulta la absorción en el intestino debido a una mayor rapidez en el tránsito intestinal, la sudoración excesiva, los ambientes calurosos o incluso las pequeñas lesiones.
• Equilibra bien carnes rojas, pescados, mariscos de concha, hígado, frutos secos y cereales integrales.

Además…

• Si uno de tus objetivos es bajar de peso, recuerda que una alimentación saludable es fundamental (estos consejos te ayudarán en líneas generales, pero lo recomendable es que recurras a un especialista en nutrición que te prescriba las pautas dietéticas más adecuadas para ti).
• Por último: hidratar, hidratar, hidratar. El mantra que debe acompañarnos siempre. Mucha agua, evitar las bebidas azucaradas y el alcohol (o al menos hacer un consumo muy moderado del mismo).