Causas, síntomas y tratamiento para el dolor de articulaciones
Las articulaciones forman conexiones entre huesos y facilitan el movimiento. En nuestra anatomía, los componentes articulares estabilizan la articulación, permitiendo que los huesos se muevan libremente y protegiéndola del uso constante y diario. El dolor en estas zonas, conocido como artralgia, se caracteriza por un dolor intenso que en muchas ocasiones puede confundirse con artritis. La diferencia entre ambas patologías es que mientras la artritis esdefine una inflamación articular, la artralgia consiste en un dolor en las articulaciones que suele derivar de otras enfermedades.
En este sentido conviene tener en cuenta que cualquier daño en las articulaciones puede inferir en el movimiento y causar molestias. El dolor puede ser causado por una lesión que afecta a los ligamentos, bolsas o tendones que rodean la articulación y también puede afectar al cartílago y a los huesos de dentro de la propia articulación. Los dolores también se pueden deber a un esfuerzo de los músculos y las articulaciones o pueden ser consecuencia de otra enfermedad, como la osteoartritis, artritis reumatoide, bursitis, gota, distensiones, esguinces u otras lesiones.
El dolor articular es muy común en nuestro país; el 88% de los españoles dicen padecerlo en las articulaciones. Las molestias en la rodilla son la queja más habitual, seguida del dolor de hombro y cadera, pero la artralgia puede afectar a cualquier parte del cuerpo, desde los pies y tobillos hasta dolor en las articulaciones de los dedosy brazos. El dolor puede desaparecer sin tratamiento después de algunas semanas (dolor agudo) o durar incluso meses (dolor crónico). Pero ambos pueden causar gran incomodidad e hinchazón en las articulaciones e incluso pueden afectar a la calidad de vida.
Existen diferentes tipologías de artralgia: el dolor monoarticular agudo, que afecta a una sola articulación y que puede deberse a un trastorno que causa malestar poliarticular (polialtralgia), que implica múltiples articulaciones y puede ser la manifestación inicial de una poliartritis. Cuando múltiples articulaciones se ven afectadas la siguiente distinción puede ser útil para diferenciar entre distintos trastornos, especialmente en la artritis:
- Monosarticular: afecta a una única articulación.
- Oligoarticular/Pauciarticular: afecta de 2 a 4 articulaciones.
- Poliarticular: afecta a 5 articulaciones o más.
Causas
Las causas de la artralgia son bastante variadas y solo un experto en el área de la salud podrá determinar de cuál de ellas se trata para brindar una solución adecuada al paciente. En todo caso, se puede apuntar una serie de factores que pueden conducir al desarrollo del dolor en las articulaciones:
- Torceduras, esguinces y otras lesiones por saturación del cuerpo.
- Enfermedades articulares degenerativas, como la osteoartritis.
- Lesiones accidentales como fracturas.
- Trastorno de gota, especialmente en el dedo gordo del pie.
- Bursitis.
- Tendinitis.
- Osteomielitis.
- Enfermedades producidas por agentes infecciosos, como el sarampión, la hepatitis, la rubéola, la varicela…
- Enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide o el lupus.
- Artritis séptica.
Síntomas de la artralgia
El principal síntoma para reconocer esta afección es el dolor en las articulaciones, pero hay otros síntomas que pueden dar pistas de lo que sucede:
- Inflamación de las articulaciones.
- Lesiones en los tendones o fractura en algún hueso.
- Rigidez en las articulaciones.
- Pérdida de movimiento.
- Fiebre y escalofríos.
- Piel enrojecida.
- Molestias con el frío o los cambios de temperatura.
- Dificultades a la hora de caminar.
- Dolor de garganta y cansancio.
- Grietas en la piel con signos de celulitis en zonas adyacentes a la articulación afectada.
Debemos tener en cuenta que la artralgia en sí debe ser tomada como un síntoma, no como una enfermedad. Cuando se padece este dolor, se puede definir -junto a otros factores o síntomas- la causa y la enfermedad desarrollada por cada persona para así dar con el diagnóstico y encontrar el tratamiento preciso para cada paciente.
Diagnóstico y tratamiento
Actualmente no existe ningún tratamiento determinado que elimine por completo el dolor articular asociado con enfermedades como la artritis, por lo que es recomendable acudir al médico para tratar la dolencia en cada caso concreto. Siguiendo siempre las indicaciones médicas, existen fórmulas que ayudan a controlar el dolor:
- Tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos puede ayudar a reducir la hinchazón y la inflamación.
- Mantenerse físicamente activo y seguir un programa de ejercicios moderados recomendados por un fisioterapeuta.
- Estirar antes de hacer ejercicio para mantener un buen rango de movimiento en las articulaciones.
- Mantener el peso corporal dentro de un rango saludable, así disminuirá el estrés en las articulaciones.
- Consumir antibióticos en casos leves para disminuir la inflamación y dolores.
- Aplicar cremas antiinflamatorias naturales como BIOSPORTY en las zonas afectadas para completar el tratamiento.
La valoración médica comienza normalmente con un examen físico para conocer la gravedad del problema e intentar averiguar cual es la causa de la dolencia. Posteriormente pueden solicitarse pruebas sanguíneas para conocer el sistema sanguíneo y averiguar los niveles de ácido úrico y glóbulos rojos. Para lograr un diagnóstico final, los facultativos harán un análisis completo sobre la ubicación, el momento y la intensidad del dolor articular.
Algunas de las técnicas más recomendadas por los profesionales de la salud para tratar la artralgia suelen ser:
- Crioterapia: el frío suele reducir el dolor. Será un fisioterapeuta quien limitará la cantidad de exposición al frío para evitar daño en los tejidos.
- Masajes: los masajes son efectivos para aliviar el dolor y reducir la hinchazón, pero en ningún caso se realizarán para tratar infecciones o inflamaciones graves y siempre serán dados por un profesional.
- Estimulación eléctrica: esta técnica produce contracciones musculares que evitan la atrofia muscular. Se utiliza principalmente para el dolor de espalda, la artritis reumatoide, esguinces o dolores muy localizados.
- Tracción: esta técnica se aplica contra el dolor cervical crónico, ruptura vertebral o lesiones en el cuello.
Es necesario tener en cuenta que para ayudar al diagnóstico de artralgia o enfermedades derivadas de este dolor, debe considerarse el número y tipo de articulaciones afectadas, así como los síntomas que muestra el paciente y las causas que han derivado en esa dolencia. Las personas de avanzada edad tienen más posibilidades de sufrir dolor de rodillas cuando envejece y las personas que tienen sobrepeso o practican mucho deporte también tienen un mayor riesgo de tener lesiones.
En todo caso y ante cualquier duda o dolor continuado, lo que aconsejamos desde BIOSPORTY es la consulta médica.